martes, 20 de julio de 2010

CAPITULO 11:

11.1.- Los años en Tercera División

La nueva caída de Unión La Calera a los "potreros" de la Tercera División dolió mucho en la ciudad. Las promesas de no perder la categoría de club profesional nuevamente no se habían cumplido. La hinchada se alejó de las graderías. Además, la institución estaba en una crisis de la que nadie quería hacerse responsable.

Era difícil encontrar interesados en hacerse cargo de un club deportivo quebrado deportiva, económica y administrativamente, que, además tenía que jugar un torneo de bajo rango. En una asamblea realizada en la Cámara de Comercio, el empresario José García Cabrera se levantó y entregó una lista con treinta personas que se haría cargo del club.

Con José García Cabrera, llegó un grupo de empresarios de la ciudad que asumieron la responsabilidad de mantener viva la institución. Entre ellos, un experto en crisis, Arturo Chahuán Issa, y varios de los más representativos exponentes de la Colonia Arabe, Alexis Chahuán, Bichara Chahuán, Rodolfo Chahuán, Roberto Chahuán, Patricio Jadue, además de José Manuel Belmar, Cecil Jaime, Fernando Toro Foncea, Ramón García, Remo Betta, entre varios más. Luego se unirían otros representantes de la comunidad calerana. Debieron empezar casi de la nada.

Aunque armaron un plantel bastante competitivo para la temporada de 1996 -bajo la presidencia de José García- al final del campeonato llegaron a la Liguilla Final. Sin embargo, todo estaba dado para que el campeón fuera Santiago Morning. Así ocurrió.

Sin embargo, la institución ya había conseguido ordenarse administrativamente e, incluso, asumir deudas de las anteriores administraciones. En 1997, el cuadro de Unión La Calera estuvo a punto de subir de categoría. Sin embargo, en una tarde aciaga en el Estadio Municipal "Nicolás Chahuán Nazar", y ante miles de esperanzados caleranos, perdió la posibilidad ante la Universidad de Concepción. En 1998, pese a que los "rojos" volvieron a estar en las etapas finales, el ascenso lo consiguió Deportes Colchagua.

De todos modos, el público había comenzado a volver a las tribunas. En 1999, se registró el récord histórico en asistencia al estadio calerano. En la final, con Deportes Talcahuano, se contabilizaron 16 mil personas. Se fueron desconsoladas. Desgraciadamente, sólo se consiguió el vicecampeonato. Había que seguir en Tercera División.

11.2.- La feliz campaña del año 2000

El nuevo siglo encontró a Unión La Calera viviendo la culminación de un proceso deportivo. Pese a que, unos años antes, se habían cambiado las bases del campeonato y sólo se permitía a jugadores menores de 23 años, se logró consolidar un plantel de calidad, bajo la dirección técnica del ex seleccionado chileno Rodolfo Dubó. La presidencia del club estaba a cargo de Alexis Chahuán.

El campeonato partió con un reconocimiento del fútbol chileno a Unión La Calera. La ceremonia de inauguración del campeonato de Tercera División del 2000 se realizó en el Estadio Municipal de La Calera. Los "rojos" también dejaron su huella en la jornada. Golearon a San Antonio por cinco goles a uno y se inició el fervor en la ciudad.

El equipo mantuvo la punta gran parte del campeonato. Las victorias fueron parte de la historia de todos los domingos. Sólo en la séptima fecha, Unión La Calera perdió el invicto ante CTI. Sin embargo, igual terminó como puntero en su grupo. En la Segunda Fase del torneo, los "rojos" sólo perdieron un partido (con Barnechea) y empataron otro (con Copiapó).

Para la Liguilla Final clasificaron Iberia, Copiapó, Constitución y Unión La Calera. Ganaron a Iberia por dos a uno, comenzando con tres puntos el torneo. Luego debieron ir a Copiapó en una tarde triste para el fútbol, donde hubo agresiones entre las hinchadas y dos niños heridos graves a pedradas. Además de una derrota calerana por dos a cero. Las penas se pasarían en Constitución donde se logró una victoria de dos a cero.

Así se llegó al primer partido en casa, donde con ocho mil personas en las graderías se logró una victoria frente a Constitución. Luego se derrotó a Iberia en un estrecho encuentro. El jueves 7 de diciembre de 2000, con una impresionante cantidad de unos 15 mil hinchas en las graderías del Estadio Municipal "Nicolás Chahuán" se logró el triunfo, por dos a uno, contra Copiapó y el ascenso a la Segunda División.

El largo y duro peregrinaje por las canchas de la Tercera División le dio un sabor especial a la victoria calerana. La ciudad se desbordó de alegría y salió a las calles a celebrar la victoria como lo había hecho siempre. Los festejos se alargaron toda la noche y siguieron por varios días. Unión La Calera había vuelto al fútbol profesional. La primera etapa del proceso se había cumplido.




11.3.- El regreso al fútbol profesional

Después de cinco temporadas en el fútbol de Tercera División y tras un exitoso proceso -que se alargó por varios años- de búsqueda de jugadores que, se suponía debían consolidarse en la Segunda División, Unión La Calera inició su participación en el torneo de Ascenso de 2001, bajo la presidencia de Arturo Chahuán Issa. Se pretendía ser campeón o vicecampeón para llegar a la serie de Honor.

Sin embargo, no se pudo retener al entrenador Rodolfo Dubó y a varios jugadores que habían sido importantes en la obtención del campeonato anterior. De todos modos, quedó gran parte de la base del equipo campeón, al que se agregaron el portero Waldemar Méndez, Luis Abarca, Francisco Pinto y Juan Salinas, entre otros.

Se contrató como entrenador a Horacio Rivas, un ex jugador de Universidad de Chile, cuyo carácter generó más de un problema con la prensa y el público. Aunque, con las primeras derrotas, bajó la cantidad de público en las graderías, el club era uno de los pocos del país que estaba consolidado económicamente.

Pese a que el equipo jugó bien la mayor parte del campeonato, lo que llevó a ilusionar a los caleranos, algunas derrotas claves lo dejaron rápidamente fuera de toda opción de subir a la División de Honor. Los "rojos" debieron conformarse con un honroso sexto lugar.

El torneo de 2002 fue testigo de la vuelta de Manuel Gaete al mando del primer equipo. Fue un año de ajustes económicos, partieron varios jugadores y los refuerzos no fueron muchos. También partió, vendido a Palestino, Joel Estay el goleador del cuadro, Entre los escasos refuerzos destacó el paraguayo Adelio Salinas.

Unión La Calera, bajo el mando de Manuel Gaete, no logró hacer una buena campaña. A mitad de campeonato fue cambiado por Hernán Ibarra, que se enfrascó en algunas disputas vanas, después de algunos malos resultados.

Encontró que la cancha del Estadio Municipal Nicolás Chahuán "era un potrero para pastar vacas y no para jugar fútbol", pese a que el coliseo había sido refaccionado con una millonaria inversión. El alcalde Roberto Chahuán le respondió en su peculiar estilo. Pese al estado del campo de juego, el equipo "rojo" repitió el sexto lugar del año anterior. Hernán Ibarra se fue a Everton.

11.4.- El año de las lesiones y del regreso de Cemento Melón

La competencia de 2003 tuvo nuevamente a Unión La Calera como uno de los cuadros favoritos. Se había hecho una buena caja en la parte económica y se trajeron refuerzos de categoría. Entre ellos, los argentinos Héctor Pericás y Nestor Zanatta, el portero Camilo Benzi, Pedro Jaque, Carlos Cáceres (un goleador que estuvo sólo medio año), Franyo Flores, Cristian Abrigo, Carlos Medina, Rodrigo Garrido y Oscar Díaz, entre otros.

Cada vez quedaban menos de los jugadores que habían iniciado el proceso que culminó con el campeonato de 2001. También llegó un nuevo entrenador: Luis Marcoleta, un goleador de los años 80, que había vestido la tricota de los "rojos" en algunos años de esa década. Sin embargo, en los primeros partidos, con la fractura de Oscar Díaz -en un partido en Ovalle- apareció un fantasma que acompañaría al cuadro durante todo el año: las lesiones.

Bajo la dirección de Luis Marcoleta, se hizo una buena campaña en la primera etapa del campeonato. Se ganó hasta a los cuadros que ascendieron al final de temporada. Sin embargo, las lesiones impidieron que los "rojos" mantuvieran alguna regularidad en su formación.

Ese año, Unión La Calera ocupó el undécimo lugar de la tabla de posiciones. Quedó la sensación entre los hinchas que se podía haber hecho más y terminar de mejor forma un campeonato. Hubo desilusión y se apuntó a una excesivo trabajo físico de los jugadores. El entrenador y el preparador debieron partir.

Sin embargo, el 2003 dejó algunas cosas positivas para Unión La Calera. Su presidente, Arturo Chahuán Issa, fue reconocido como el Mejor Dirigente del Fútbol Chileno. Un logro que no estaba en los anales del deporte calerano. Además, ocupó un importante cargo en la Asociación Nacional de Fútbol Profesional y hasta fue uno de los negociadores de una huelga general de jugadores.

Además, la seriedad administrativa que mostraba la institución, significó que la empresa Cemento Melón, ahora convertida en parte de la multinacional Lafarge, se convirtiera en el "sponsor" de los "rojos". Era el regreso de la principal empresa de la ciudad a ser parte de la institución más representativa y querida de los caleranos. También un importantísimo apoyo económico para todas sus actividades.

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