Por el plantel que presentó Unión La Calera en su regreso a la División de Honor parecía que volvía para quedarse. Alfonso "Chepo" Sepúlveda siguió como entrenador y aunque se vendieron los pases de Juan Carlos Vera a Audax Italiano y de Daniel Ahumada a Huachipato, también llegaron buenos refuerzos.
Entre ellos el arquero Julio Rodríguez, el defensa Emiliano Astorga y los delanteros Angel Bustos, el argentino Diego Solís y José Luis "Péle" Alvarez. Alfonso "Chepo" Sepúlveda dice que fueron protagonistas del torneo. "Varios jugadores estuvieron entre los mejores de la competencia y, para el campeonato siguiente, Angel Bustos fue contratado por Colo Colo".
Al final de la temporada futbolística de 1985, Unión La Calera lució un más que honroso décimo tercer lugar entre los 18 equipos. Además, había conseguido que la hinchada volviera a las graderías. Sin embargo, partiría Alfonso "Chepo" Sepúlveda. "Cuando se estaba formando el plantel de 1986, me llamaron de Antofagasta para ofrecerme un contrato. Era muy bueno en la parte económica y era imposible decir que no".
Rolando García se quedó a cargo del equipo. Ese año, se habían hecho cambios importantes en la estructura del torneo. Debido a que se jugaba el Mundial de Fútbol de México, habrían un campeonato de apertura, el receso por la competencia internacional, y otro torneo. En ambos campeonatos habría descenso.
Aparte de Juan Carlos Orellana, no hubo mayores refuerzos. Incluso, Diego Solís y Angel Bustos, habían partido. Aparecieron de la cantera calerana Claudio Fernández, Saúl Cruz y Manuel Miranda. Sin embargo, el equipo no funcionó y resultaron en el último lugar del campeonato. El domingo 25 de mayo de 1986, luego de una esperada derrota con Cobreloa en Calama, Unión La Calera se despidió de la División de Honor. Aún le quedaba un partido por jugar. Había estado entre los grandes casi un año y medio.
La caída a la Segunda División provocó una enorme crisis institucional. Volvió René Durán Encalada a hacerse cargo del club, junto a algunos jugadores como Mario Caneo y Miguel Angel Herrera. Había que armar un cuadro para el torneo de clausura, pero en la División de Ascenso. Uno de los problemas urgentes que había que enfrentar era que muchos jugadores de los años de triunfos decidieron partir. A duras penas, se logró conformar un plantel joven que, al final de año, pudo mantener la categoría.
10.2- La muerte del legendario Nicolás Chahuán
Nicolás Chahuán Nazar fue un mito entre los caleranos. Hijo de descendientes palestinos de Beit Yala, nació el 18 de septiembre de 1923. Era el primogénito de una larga familia de 14 hermanos que se instaló en La Calera. Desde muy niño fue un deportista destacado y un apasionado del deporte. Fue arquero del "Cóndor", árbitro de fútbol, fundador y dirigente de Calera Comercio, Tifón, Deportes La Calera y Unión La Calera.
Se convirtió en el líder de los árabes que habían llegado a vivir a La Calera. Los llamaban "Missouri", por un "el jovencito de una película". Lo era. De carácter fuerte y apasionado protagonizó más de una polémica ciudadana. Su figura era tradicional, después de los partidos, en la esquina de J.J. Pérez y Prat. Allí se discutía de todos los pormenores del "match" que recién había terminado.
La pasión que despierta Unión La Calera tiene mucho que ver con el temperamento de Nicolás Chahuán. En 1945 fue elegido regidor independiente con la primera mayoría. Un arreglo entre los partidos los dejó fuera de la alcaldía. No insistió en la política, su vocación era el deporte. Pasaba en el Estadio Municipal o en las canchas de aficionados viendo partidos de fútbol. Nunca fue espectador, sino protagonista hasta en la más modesta pichanga de barrio.
Sin embargo, tenía un corazón débil. Su apasionamiento le había provocado muchos problemas. En los últimos meses de 1987 sufrió un preinfarto cardíaco. Le hicieron una serie de recomendaciones, entre ellas evitar las emociones del fútbol y dejar de fumar. No podía cumplir con tamañas exigencias. El domingo 17 de abril de 1988 partió temprano al Estadio Municipal. Estuvo viendo los partidos de las Cadetes de Unión La Calera.
Se quedaría para ver el partido de fondo. Su hermano Nazzar Chahuán "lo vio muy nervioso -señala "El Observador"- agotado, comiendo un sandwich a hurtadillas. Le recordó que ese alimento también se lo habían prohibido. No hizo caso". Volvió a las tribunas para seguir el partido de Unión La Calera. Faltaban dos minutos para que terminara el partido y el árbitro cobró un penal -según él- inexistente en contra de los "rojos".
"El Observador" relata el acontecimiento: "Nicolás saltó de su asiento, confundido en un solo y airado reclamo. Su corazón no resistió la indignación ante lo que consideraba un robo futbolístico. Le sobrevino un nuevo infarto cardíaco. Lo llevaron a su casa y luego al Hospital San Martín de Quillota. No se pudo recuperar. Falleció a las 7:45 horas del lunes 18 de abril. Se convirtió en leyenda. El pueblo de La Calera lo despidió en las calles como un héroe. El municipio decidió que el Estadio Municipal llevara su nombre".
10.3.- Unión La Calera en el fondo del abismo
En las temporadas siguientes Unión La Calera sólo luchó por mantenerse en la Segunda División. Una larga sucesión de directivas y entrenadores daba cuenta de la severa crisis que vivía el club. Durante los siguientes años anduvo a los tumbos y peleando, hasta las últimas fechas, por mantenerse en la categoría.
Un hecho escandaloso volvió al club a las primeras planas nacionales. Un ex directivo del tenis, Juan Carlos Esguep, apareció como delegado de Unión La Calera ante la Asociación de Fútbol. Era una maniobra para llevarlo a la presidencia del Comité Olímpico Internacional. El dirigente no conocía ni el color de las camisetas de los "rojos".
El fin de la temporada de 1989 -que terminó fatalmente para los caleranos el 9 de febrero de 1990- dejó a los "rojos" en el último lugar de la tabla. Fue sólo el resultado de una larga crisis que ya era imposible superar y cuya agonía se alargaba más de la cuenta. Ese año, hubo tres presidentes del club. Luego de perder con General Velásquez -pese a que la Colonia Arabe ofreció 100 mil pesos por el triunfo a cada jugador- la derrota fue inapelable.
Pese a que se hicieron una serie de gestiones, Unión La Calera, después de 35 años dejaba de ser parte de las ligas profesionales. Felizmente se había creado la Tercera División, sino habría tenido que volver a jugar a la competencia oficial de La Calera.
La desesperación llevó a algunos dirigentes a pedir el cupo que había dejado Deportes Valdivia, que se había acogido a receso. Otros hablaron con el presidente de la Asociación Central, Abel Alonso, para pedirle que no se hiciera efectivo el descenso de los caleranos. No hubo caso. Había que partir de cero.
10.4.- El primer año en Tercera División
El año 1990 encontró a Unión La Calera en la Tercera División. Este torneo se había organizado sólo unos años antes, como antesala de la División de Ascenso. Si no hubiera existido, los "rojos" habrían desaparecido y vuelto a su liga de origen. El equipo calerano, que era una fusión de clubes, no tenía un origen en una asociación.
En muchos sectores se planteó la posibilidad de cerrar las puertas de la sede y mantener el club como una hermosa nostalgia. Sin embargo, hubo caleranos, bajo la presidencia de Patricio Jadue, que pensaron que había que luchar para volver a ser grandes. Contrataron al entrenador Manuel Gaete, quien armó un equipo joven con algunas incrustaciones de jugadores de experiencia en puestos claves.
El equipo "rojo" inició su actuación con gran éxito. El arquero Carlos Sandoval, Luis Martínez, Alberto Figueroa, Saúl Cruz, Hernán Ríos, Mauricio Zamora, y otros, constituyeron un plantel ganador. Al poco tiempo, habían conseguido el "milagro" de reencantar a la hinchada que volvió al Estadio Municipal.
Jorge Arancibia Valencia, quien ejercía el cargo de utilero de Unión La Calera desde 1970, tras la muerte de su padre Guillermo Arancibia Morales, dice que la Tercera División "es un castigo demasiado grande. Pese a que la campaña de 1990 fue muy buena, con un excelente cuadro y buenas personas, había que estar atento a cualquier cosa extraña. Los partidos duraban más de la cuenta si el local iba perdiendo, cobraban penales que no existían. Además, no había dónde reclamar".
Sin embargo, el cuadro que dirigía Manuel Gaete no tuvo mayores problemas para adaptarse a todas las condiciones adversas. Al final de la temporada de 1990, y con varios cuerpos de distancia, Unión La Calera se tituló campeón de la Tercera División. Pese a que, históricamente, era un logro menor, los caleranos igual celebraron en las calles. También se prometieron, como tantas veces, que nunca volverían a verse en una situación parecida.
10.5.- Los años del "Zorro", del "Torpedo" y de un "Vals"
La vuelta a Segunda División pretendió que fuera en grande. Rodolfo Chahuán Chahuán asumió la presidencia del club. Lo secundaban Alberto Aguilera, Viterbo Valdivia, Juan Herrera, Patricio Jadue. En la dirección técnica continuo Manuel Gaete y se contrató algunos jugadores de experiencia. El arquero Raúl Díaz, Alfredo "Torpedo" Núñez, Héctor "Negro" Díaz, Carlos Ramos, Luis Hernán "Zorro" Salinas, Carlos Alberto Ortega. Además, se consolidaron Pedro Luis Arancibia, John Ahumada, Hernán Ríos, Saúl Cruz, Carlos Pérez, Alberto Figueroa.
También Manuel Gaete, con Alfredo "Torpedo" Núñez a cargo del Fútbol Joven, hicieron un buen trabajo de búsqueda de nuevos jugadores. Entre otros, llegaron los hermanos Nibaldo y Arnoldo Hidalgo. Serían parte de los planteles de los años siguientes, junto a otros que habían conseguido el ascenso al fútbol profesional. El torneo de 1991 los tuvo a un punto de clasificar a la Liguilla de Promoción.
La competencia de la Segunda División de 1992 también los tuvo de protagonistas. Aunque la partida de Luis "Zorro" Salinas a Everton limitó sus posibilidades. Al final de temporada terminaron en la mitad de la tabla. De todos modos, se jugaba con unos dos mil espectadores en las graderías, pese a ello, había problemas económicos y los dirigentes tenían que hacer milagros para conseguir recursos.
A fines de 1992 llegó a la dirigencia del club Orlando Enrique Romero, un empresario que tenía una radio y un local de venta de repuestos en calle Caupolicán. Representaba al alcalde Héctor Aballay, quien había llegado al cargo en forma polémica. Pese a que llegaron más aportes al club, la presencia del nuevo dirigentes comenzó a crear problemas. Renunció Rodolfo Chahuán y con él de fueron varios dirigentes, especialmente de la Colonia Arabe.
A principios de 1993, Orlando Enrique Romero fue elegido presidente de Unión La Calera. Muchos dirigentes se retiraron y la directiva fue menos numerosa. Muchos se restaron por la supuesta "politización" del club, que para algunos era sólo un instrumento de la municipalidad. De todos modos, lo secundaron Alberto Aguilera y el empresario en construcción Fernando Riquelme. El final del torneo los tuvo nuevamente en la medianía de la tabla.
La competencia de 1994 parecía ser más promisoria. El cuadro de Unión La Calera, al que habían llegado los argentinos Waldemar Méndez, Claudio Vals y Daniel Sinti. En el torneo de apertura de ese año, con Manfredo González como entrenador, Unión La Calera llegó a los cuartos de final, con una gran actuación. Los eliminó, con bastantes esfuerzos, el cuadro de Cobreloa.
Sin embargo, el buen funcionamiento de la primera etapa hizo que existiera interés de varios clubes por jugadores "rojos". Partieron varios y, en el torneo oficial, sólo fue una sombra de lo que había sido a principios de año. Unión La Calera sólo logró salvar su categoría en el último partido, con un gol de Carlos Alberto Ortega a Wanderers. Mientras, existía sólo la opción de mantenerse si Ovalle derrotaba a Lota Schwager. Esto llevó al cuadro carbonífero a la Tercera División.
A principios de 1995, la presión de muchos caleranos -y los resultados- obligó a la renuncia a Orlando Enrique Romero. Los sucedió el empresario Fernando Riquelme quien trató de armar un cuadro con jugadores jóvenes y otros de experiencia. Entre ellos, Jaime Zapata, Cristian Jélvez, Alexis Ortega, Manuel Miranda y otros. Sin embargo, en diciembre de ese año, tras una derrota en San Felipe, el 3 de diciembre de 1995, Unión La Calera volvió a la Tercera División.
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